Hacía mucho tiempo que no subía receta de postres :). Hoy os traigo una panna cotta vegana que me ha encantado hacer por varios motivos: primero porque me encanta la panna cotta pero la receta original tiene mucho lácteo y no me sientan muy bien. Segundo, os parecerá una chorrada pero nunca me había puesto a trabajar con gelatina y siempre había pensado que sería complicado (nada mas lejos de la realidad) y tercero, porque me ha encantado lo sencilla que es y lo rica que está.

¿Qué ingredientes necesitamos?
Para unas 5-6 panna cottas (depende de lo grande que sea el molde que uséis) necesitaremos:
- 500 ml de leche de soja o vuestra leche vegetal favorita.
- 10 g de gelatina neutra en polvo.
- Un chorrito de esencia de vainilla, para darle un poco de aroma.
- La fruta que os apetezca para acompañar, yo he elegido maracuyá pero podéis ponerle melocotón troceadito, fresas, frambuesas, plátano, etc. A mi para la panna cotta me gusta que la textura de la fruta sea un poco tipo puré, pero esto va en gustos.
¿Cómo hacemos nuestra panna cotta vegana?
- En un bol echamos los 500 ml de leche y de esa leche, retiramos un vasito.
- En ese vasito que hemos retirado vamos a echar la gelatina neutra y vamos a remover bien durante 2-3 minutos hasta que la gelatina quede bien disuelta.
- Ponemos el resto de la leche (menos el vasito que hemos retirado en el paso 1) a fuego medio alto y le echamos el chorrito de la esencia de vainilla hasta que hierva.
- Cuando hierva lo retiramos del fuego y echamos el vasito con la mezcla de leche y gelatina y removemos muy bien hasta que quede todo bien incorporado.
- Echamos nuestra mezcla en moldes (por ejemplo los moldes típicos plateados de los flanes) y los metemos en la nevera durante toda la noche.
- Desmoldamos y lo acompañamos con nuestra fruta o sirope favorito.
¡Y ya estaría lista! Espero que os guste mucho. Si queréis saber más sobre postres saludables, en este enlace podéis ver muchas más recetas.